Un hombre que da vueltas por Paris con el claro objetivo de quitarse la vida. Da igual que hable con viejos amigos y amores, da igual si recae o se rehabilita como alcohólico, si descubre posibles nuevos amores paseando, o si gana al ajedrez a su médico. Sin engaños, sin final feliz, sin adornos ni miradas perdidas, sin ilusiones. Sin incohererencias como había en peliculas anteriores como Ascensor para el Cadalso o Zazie en el metro (película tonta donde las haya).
De momento y con diferencia de las que he visto hasta ahora, la mejor película de Louis Malle y una de las mejores del cine francés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario